Mi primera adoración de pies fue con la niñera que me cuidaba. Ella tenía unos 15 años y yo unos 9. Cómo siempre le gustaba andar descalza no podía dejar de ver sus hermosos pies. Por alguna razón estaba hipnotizado por ellos. Ella se dio cuenta y me dijo que podía tocarlos. Dude por un...